Facturación electrónica en Colombia: de dónde venimos y hacia dónde vamos 

En Colombia, hablar de facturación electrónica ya es cosa de todos los días. Empresarios, emprendedores y hasta profesionales independientes están migrando a este sistema que, aunque obligatorio, trae muchos beneficios. 
 
Pero, ¿sabías que este proceso empezó hace casi 20 años? Sí, la factura electrónica no nació ayer. Te contamos cómo fue la evolución, qué normas la respaldan y por qué hoy es la columna vertebral del sistema tributario colombiano. 
 
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Los primeros pasos: cuando todo era nuevo 
El camino arrancó en el 2005, con la Ley 962, que abrió la puerta para usar medios electrónicos en trámites administrativos, incluida la facturación. Era apenas una idea: modernizar los procesos y reducir el papeleo. 
 
Dos años después, el Decreto 1929 de 2007 empezó a darle forma a la aplicación de la factura electrónica en el país. Y en el 2008, la Ley 1231 marcó un hito: convirtió la factura en título valor. En palabras sencillas, eso significa que la factura (física o electrónica) se podía usar como respaldo legal y financiero en operaciones comerciales. 
 
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La consolidación: del papel al chip 
A medida que avanzaba la década siguiente, la DIAN fue fortaleciendo el marco legal. Un punto clave fue el Decreto 1625 de 2016, que organizó en un solo reglamento los temas tributarios, incluida la facturación. 
 
Pero el gran salto llegó con el Decreto 358 de 2020. Allí se definieron calendarios de implementación, quiénes debían facturar electrónicamente y bajo qué condiciones. Desde ese momento, la factura electrónica dejó de ser una opción y se convirtió en una obligación progresiva para todos los contribuyentes. 
 
Más recientemente, el Decreto 442 de 2023 y la Resolución 000165 de 2023 actualizaron las reglas, incorporando temas técnicos como interoperabilidad, validación y numeración. Todo esto para garantizar que la factura electrónica no solo cumpla con la ley, sino que también sea confiable y segura. 
 
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¿Qué exige la DIAN hoy? 
Detrás de tantas leyes y decretos, hay unas claves que todo empresario debe tener presentes: 
 
– Es obligatoria: si vendes, prestas servicios o recibes ingresos, seguramente ya debes facturar electrónicamente. 
– La validación es en tiempo real: la DIAN recibe y aprueba la factura antes de que llegue a tu cliente. 
– Debe cumplir requisitos técnicos: numeración autorizada, firma digital, transmisión correcta, entre otros. 
– Se conserva digitalmente: no basta con enviarla, hay que guardarla en condiciones que aseguren su integridad. 
– Existen sanciones: no emitir o hacerlo mal puede traer multas y problemas tributarios. 
 
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Más que un requisito, una oportunidad 
La facturación electrónica empezó como un requisito de ley, pero en realidad es mucho más: 
 
– Agiliza los procesos de facturación y cobranza. 
– Da seguridad jurídica gracias a la validación de la DIAN. 
– Reduce costos frente al papel y la logística tradicional. 
– Facilita el acceso a financiación, porque la factura electrónica tiene validez como título valor. 
 
En resumen: es una obligación, sí, pero también una herramienta que potencia a las empresas. 
 
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En Facturatech sabemos que migrar a la facturación electrónica puede sonar complejo, pero nuestro trabajo es hacerlo fácil y sin dolores de cabeza. Te acompañamos paso a paso, con plataformas sencillas y 100% en regla con la DIAN. 
 
Porque la facturación electrónica no es el futuro: ya es el presente. Y con nosotros, puede ser el presente más simple de tu negocio. 🚀